Sesión 11. Curso Hechos
En esta sesión 11 revisamos el capítulo 6:1-10 (ver). Y el Espíritu Santo nos mostró los desafíos que la iglesia enfrentó ante el incesante crecimiento que el Señor les daba. Ciertamente hubo diferencias porque algunos acusaron que no se estaba repartiendo justamente la ayuda a las viudas. Los apóstoles fueron directos al respecto y declararon que no era justo que ellos dejarán la oración y la predicación por servir a las mesas. No es que fuera un trabajo menos digno de ellos. El asunto tenía que ver con su llamado y responsabilidad ante el Señor. Muchos líderes aún teniendo un grupo nutrido prefieren hacerlo todo (al principio de la obra, se entiende) ,o bien se involucran en tantas cosas que descuidan lo importante en su relación con el Señor, Pero ellos tenían muy claras sus prioridades y su trabajo en el reino de Dios. Todo lo que hagamos en su obra, aunque parezca para al mundo, simple o sencillo, es para él, y el honra a quien le honra. Asimismo la labor fiel de un pastor al orar, ministrar, enseñar, visitar, aconsejar, etc., o de un misionero que entrega su vida para alcanzar y servir a un pueblo, entre otros ministerios, son dignos de ser reconocidos y valorados sobre todo por la iglesia de Cristo. Los apóstoles pidieron que se escogieran a 7 hombres de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, para hacer este trabajo de servir a las viudas. Fue el perfil para estos servidores. Y el crecimiento no se detuvo y el avivamiento continuó. Aún los sacerdotes venían al Señor. Por algo el el Espíritu enfatiza, que éstos también creyeron. No dejemos de orar y clamar por los que ahora vemos como casos difíciles. Y de entre estos siete servidores de las mesas, el Señor levantó a Esteban y se manifestó con milagros y prodigios. Enseguida vino la oposición, personas que quizá vieron amenazados sus intereses, así como ocurrió con los apóstoles anteriormente. Más no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba. Un servidor lleno de sabiduría, de esa que viene al exponerse continuamente a la Palabra de Dios y lleno del Espíritu de Dios,el cual lo guiaba frente a sus adversarios.
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