Sesión 12. Curso Hechos
En la sesión 12, revisamos Hechos 6:15-15 y 7. El Espíritu Santo nos mostró como padeció Esteban por causa de su fe en el Señor. Sobornaron a testigos falsos para calumniarlo.ante el Concilio. A lo que el respondió, recordando la obra de Dios en Israel a partir de su pacto con Abraham y los patriarcas. Como los llevó a partir de ese pacto, cumpliendo sus promesas, preparó a José en medio de la injusticia, llamó a Moisés en una zarza para librarlos del yugo de los egipcios con mano poderosa. Sin embargo el pueblo en el desierto fue rebelde, no obstante construyeron tabernáculo para Dios, el cual introdujo Josué en la tierra prometida. Dios nunca los dejó ni desamparó y entraron con el arca del pacto, símbolo de su presencia, a Cananán. Hasta que David pensó en levantarle Templo y su hijo lo edificó. En esta parte de su mensaje, Esteban se dirigió al Concilio y los llamó duros de cerviz e incircuncisos de corazón.Es decir, tercos, obstinados para escuchar y atender a la Palabra del Señor. Podrían sentirse muy judíos por su circuncisión física, pero en el corazón eran necios y seguían sus propios caminos. Y es que ellos sabían bien la historia que él les contaba, pero les recordó que sus padres mataron a los profetas y rechazaron la palabra de Dios. Así como sus padres, ellos resistieron al Espíritu Santo y entregaron a muerte al Mesías. Resistir es que se oponían, luchaban en contra de la palabra y la obra del Espíritu Santo. No lo resistamos nosotros con nuestros argumentos religiosos o teológicos. No nos opongamos a su obra. Más bien dispongamos nuestro corazón a escucharlo y seguir su voz. Si el es la promesa del padre ¿Vamos a resistirlo? Estas palabras provocaron la irritación de estos hombres. Más Esteban lleno del Espíritu Santo mirando hacia el cielo vio la gloria de Dios y a Jesús a la diestra del Padre y lo declaró. Lo que los enfureció aún más. Lo apedrearon y él encomendó su espíritu al Señor y aún más... pidió al Padre como lo hizo el Señor Jesús en la cruz, que no les tomara en cuenta este pecado. Tenía un corazón como el suyo, y lleno de su Espíritu.
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